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Sobre tus Cepillos de Bambú
Tanto el mango como el packaging de los cepillos de dientes MERAKI son biodegradables. Mientras que un cepillo MERAKI se descompone en 180 días, uno convencional de plástico tarda 500 años.
El bambú con el que se fabrican los mangos de los cepillos puede ser degradado y vuelto a formar parte del suelo de manera natural.
Además desde la obtención de las materias primas hasta su reciclaje, combustión y/o disposición final un cepillo de dientes de plástico emite 37 veces más CO2 al ambiente que uno de bambú.
No, las cerdas no son biodegradables. Son de Nylon y componen el 3% de nuestros cepillos. Utilizamos cerdas de Nylon para garantizar la misma vida útil y funcionalidad que un cepillo convencional.
Los cepillos MERAKI tienen la misma vida útil que un cepillo convencional fabricado con plástico.
El bambú del mango puede perdurar por años cuando se almacena en un lugar seco.
Como un cepillo de dientes de plástico, el tiempo recomendado de reemplazo del cepillo MERAKI considerando un uso diario es de 2 a 3 meses.
El bambú es una de las plantas con mayor tasa de crecimiento del mundo. Su cosecha se realiza sobre montes silvestres en China. Los re-brotes permanecen luego de cosechar la planta y alcanzan el tamaño de un individuo maduro en dos años sin necesidad de volver a sembrar, utilizar fertilizantes, herbicidas o riego artificial.
Un material biodegradable significa que puede ser descompuesto o desintegrado en poco tiempo por organismos vivientes y ser reintroducido dentro de los ciclos de los nutrientes de la naturaleza.
El bambú es una de las plantas con mayor tasa de crecimiento del mundo. En su proceso de crecimiento secuestra grandes cantidades de CO2, gas de efecto invernadero. Además, contiene agentes antibacterianos de origen natural, por lo que no requieren fertilizantes ni pesticidas para crecer.
Utilizamos cuatro colores en nuestras cerdas para que las familias numerosas puedan identificar de quién es cada cepillo.
En el mango de nuestros cepillos, la versión suave tiene una sola línea, la media tiene dos y la fuerte tres.
¡Los osos pandas no comen bambú moso!
Se alimentan con otras de las más de 1.500 variedades de bambú que existen en el mundo.
Una vez que termines de utilizar el producto, separá las cerdas con una pinza y descartalas junto con tus residuos reciclables. También podes desecharlas en tu botella de amor (www.botellasdeamor.org).
Es importante que tu cepillo esté en un ambiente seco. El constante contacto con el agua o humedad acelera el proceso de biodegradación de los cepillos. Nosotros recomendamos el uso de un Holder de Pared MERAKI