Una vida en nuestro planeta

“En este mundo, una especie solo puede prosperar cuando todo a su alrededor prospera también”

La tierra sufrió 5 extinciones masivas que produjeron la pérdida de especies y vida silvestre. La última vez que pasó, un meteorito impactó y terminó de manera catastrófica con la era de los dinosaurios. En ese momento, el 75% de las especies desaparecieron, y por 65 millones de años el mundo viviente se fue reconstruyendo, hasta llegar a nuestra era: El Holoceno. 

El Holoceno es uno de los períodos más estables en la historia del Planeta Tierra. Por diez mil años, la temperatura media no varió de manera significativa, y las cosas se acomodaron a un ritmo confiable gracias a las estaciones climáticas y su sincronización con la biodiversidad. Esto posibilitó el desarrollo y crecimiento de la raza humana, porque la naturaleza nos brindó las condiciones necesarias para poder hacerlo. Hasta que las cosas empezaron a cambiar: los procesos de la naturaleza se aceleraron, el cambio climático es cada vez más preocupante y el accionar humano cada vez más catastrófico. 

David Attenborough tiene 93 años. Es un científico apasionado por la naturaleza y la biodiversidad. Pasó la mayoría de su vida explorando la vida y la riqueza silvestre del planeta. Hoy, a través de este documental, usa su propio testimonio para contar lo que para él es “la historia del declive global en el transcurso de una sola vida”. 

En el 2020, queda tan sólo un 35% de espacios naturales, con una población de más de siete billones de personas que se expande cada día más. Es en este contexto que David Attenborough intenta explicar la importancia de cuidar esto poco que nos queda para cuidar nuestra propia existencia. 

A través de la película David relata que la esperanza no está del todo perdida, y que todavía tenemos tiempo para frenar y revertir el daño: Estas son algunas de las soluciones que plantea:

En primer lugar, disminuir el crecimiento exponencial de la población mundial. Es necesario reducir la escala masiva sacando a las personas de la pobreza, mejorando el acceso a la salud, y prolongando y fortaleciendo la asistencia de niños y niñas en las escuelas. 

Segundo, tenemos que girar lo más rápido posible hacia energías renovables. Seguir invirtiendo en combustible fósil es invertir en un futuro que no habrá. 

Tercero, hay que restaurar la biodiversidad del planeta. Cuanto más diverso el ecosistema, mejor funciona. Hay que implementar restricciones globales que cuiden a la naturaleza y le permitan crecer y en consecuencia, abastecernos. 

Cuarto, reducir el espacio que usamos para el cultivo, y hacer espacio para la vida salvaje. Y para eso necesitamos cambiar nuestra dieta. Si todos tuviésemos una dieta basada mayoritariamente en plantas, necesitaríamos la mitad de la tierra que usamos ahora. 

Y por último, regular la deforestación. Los bosques son el principal aliado para bloquear el carbono, y cuanto más diversos, más lo absorben. Cultivos de aceite de palma o soja, deberían hacerse solamente en tierras deforestadas mucho tiempo atrás. 

Este documental no sólo te da un vistazo de cómo funciona el mundo natural y qué estamos haciendo con él, si no que también intenta mostrar qué cosas van a pasar si seguimos por este camino de consumo agotable, y qué cosas podemos hacer para cambiarlo, generar un menor impacto y vivir en equilibrio con la naturaleza.

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