Desperdicio Cero: qué es y cómo aplicarlo

La Zero Waste International Alliance define Zero Waste o Desperdicio Cero como “La conservación de todos los recursos mediante la producción, consumo, reutilización y recuperación responsable de productos, embalajes y materiales sin quemar y sin ser vertidos al suelo, agua o aire que atenten contra el medio ambiente o la salud humana”.

El Desperdicio Cero o Zero Waste va mucho más allá de usar un cepillo de dientes de bambú, shampoo sólido, consumir alimentos a granel o llenar una botella de plásticos de un solo uso. Este concepto conlleva una forma diferente de ver la “basura”. 

Permítanos explicarla.

En la década de 1970 el plástico de un solo uso dio un salto a la fama, con una propuesta muy eficaz y aliviadora (para las personas claro): poder deshacerse “para siempre” de objetos cotidianos que de otro modo habría que limpiar, cuidar y mantener.

De este modo, el desperdicio cero surge como respuesta al uso indebido y excesivo del plástico de un solo uso y corta vida útil.

Esta propuesta tiene dos frentes a considerar: el lado práctico y el lado conceptual. El primero abarca nuestras acciones como individuos y consumidores, y el segundo, el diseño del esquema cultural, social y político en el que vivimos hoy en día.

De la teoría a la práctica…

Desde el punto de vista práctico, surge un término que seguramente han escuchado; las 5Rs.

Pensemos en las 5rs como la Pirámide de Maslow del desperdicio cero. Esta es una jerarquía de necesidades del planeta, que cada uno de nosotros puede poner en práctica para su bienestar.

A continuación, el orden para reducir el desperdicio. Si el primero no se puede lograr, se pasa al siguiente, y así sucesivamente.

  • Rechazar: todo aquello que, en realidad, no necesitamos. (bolsas de plástico para alimentos, botellas de agua de plástico, máquina de afeitar de plástico). Todo plástico que se pueda reemplazar por otro material que cumpla la misma función, es rechazable.
  • Reducir: lo que no se necesita. Por supuesto, todo empieza con tener claro qué es lo esencial y qué no lo es. La idea es hacer compras con conciencia, evitando los derroches y el consumismo extremo.
  • Reutilizar: se trata de sustituir los productos desechables por los productos reutilizables. (botellas de agua recargables, bolsas del súper de tela, ropa de segunda mano, etc.)
  • Reciclar: todo aquello que no ha podido pasar por los filtros anteriores.
  • Rot (Compostar): los residuos orgánicos que quedan.

El lado conceptual del desperdicio 0

Este frente nos permite entender que el desperdicio generado por cada uno de nosotros es tan solo una parte del tema en cuestión. 

El desperdicio 0 ofrece una solución holística, afrontando el problema como un todo. Nosotros como individuos podemos elegir un modo de vida cero residuos, sin embargo, el cambio también se tiene que dar en el nivel más profundo, donde se discutan las fuentes del problema, generando un cambio de reglas y regulaciones que establezcan la responsabilidad del fabricante en este sistema: desechable a reutilizable, corta vida útil a duradero y sintético a orgánico. 

Claro está que no todos los materiales aportan la facilidad de reutilización para lograr un sistema 100% cíclico. El plástico por ejemplo, resulta más dañino que cualquier otro material y proporciona poco valor de reutilización.

En un sistema de desperdicio cero, el plástico a base de petróleo debe eliminarse por completo. 

El zero waste no se enfoca en un sistema industrial lineal (de principio a fin), sino más bien en uno circular, en el que el fin de un producto significa el comienzo de otro, tal como en la naturaleza. 

¿Cómo influimos como consumidores en este sistema?

Si bien los consumidores tenemos poco control sobre sistemas de producción como estos, tenemos el poder de elegir qué queremos. Y si lo que queremos no es lo que nos ofrecen, eventualmente tendrá que haber un cambio de dirección en la industria, hacia un diseño y proceso de producción más sostenible y circular.

Es decir, nuestros hábitos diarios (lado práctico) impactan directamente sobre el diseño sistemático (lado conceptual).

¿Por dónde empezar?

Sabemos que puede parecer abrumador generar un cambio de hábitos como éste. Sin embargo, nuestros esfuerzos no tienen que ser perfectos. No hay un destino a donde llegar, sino un camino por recorrer.

El objetivo del desperdicio cero radica en la forma que le damos a nuestros esfuerzos y la manera en la cual satisfacemos nuestras necesidades a través de ellos. Es un simple cambio de hábitos por un fin mayor.. mucho mayor.

Estos son algunos productos para comenzar a reducir nuestros desperdicios de manera sencilla.

-Cepillo de dientes de bambú

-Botella de agua reutilizable

-Bolsas de compra reutilizables

-Vaso de café reutilizable

-Shampoo y acondicionador sólidos

-Compostar.

Recordemos que con pequeños cambios imperfectos, de un millón de personas, podemos contribuir a un futuro natural, hermoso y sostenible.

Como dice Gretha Thunberg, ¨cambiar tus hábitos es crear una opinión y enviar señales a otras personas para impulsar un movimiento mayor¨.

El desperdicio cero ya no es opcional; es necesario y comienza con individuos empoderados y conscientes.

Fuentes

Sustainable Jungle: ¨¿Qué es Zero Waste?¨

https://www.sustainablejungle.com/zero-waste/what-is-zero-waste/

Cero residuo: ¨las 5Rs del cero waste¨: https://www.ceroresiduo.com/5rs-zero-waste/

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